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Los derechos de la familia
Autor
 Equipo de redacción de RevistaOnLine, San Pablo, Arg

 

Los derechos de la familia nos son otros que los mismos derechos del hombre pero vividos en y como comunidad.


Son la garantía para que cada grupo familiar pueda tener cubiertas el mínimo de necesidades que le permita el desarrollo de su dignidad humana. Respetar y hacer respetar los derechos de la familia es una manera de favorecer que se reestablezcan una gran cantidad de valores que actualmente están trastocados. 


Los que se preguntan acerca de la crisis familiar en el mundo de hoy, deberían preguntarse si esa crisis no es el producto sistemático atropello a los derechos de la familia, la cual provocó que, poco a poco y casi imperceptiblemente se fuera perdiendo confianza en la fuerza del núcleo familiar.

*El derecho a la libertad… para elegirse mutuamente el hombre y la mujer para vivir su amor sin imposiciones ni condicionamientos. ¿De qué libertad se puede hablar cuando se obliga por medio de diversas presiones económicas o afectivas a constituir matrimonios forzadamente, por ejemplo cuando hay un embarazo no deseado en el noviazgo?

*El derecho a la vida… para poder ejercer sin presiones la paternidad responsable. Paternidad responsable que es necesario educar y favorecer con las condiciones sociales y laborales que permitan el legítimo ejercicio de la libertad.

*El derecho a disponer de una vivienda donde desarrollar la vida familiar sin hacinamientos y con el espacio vital asegurado.

*El derecho al alimento cotidiano, pan ganado con un trabajo justamente remunerado.

*El derecho a poder vestir decentemente sin estar sujetos a las inclemencias del clima y los avatares de la naturaleza.

*El derecho a la educación, pudiendo gozar de posibilidades de estudiar, padres e hijos, creciendo y perfeccionándose según sus deseos e inquietudes.

*El derecho a la salud, entendida como seguridad en la cobertura médica y la recepción de medicamentos de manera accesible.

*El derecho al esparcimiento, disponiendo de tiempo y lugar para la distracción, y la recreación.

Todos estos son derechos subordinados a los derechos elementales que son los que dan lugar a su pleno ejercicio. Así, también, se podrá vivir la libertad de culto para profesar la fe, a la que se adhiere por convicción, como la libertad política, dentro del estado de derecho.

Conocer los derechos que tenemos; como personas y como familia, nos permitirá reclamar por ellos cuando nos falten y ejercerlos, serán la manera de acercarnos a vivir como Dios quiere.

 
 Fuente:

san-pablo.com.ar

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