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La fidelidad
 
Autor
Jorge y Lala Troncoso

 

-“Nuestra unión matrimonial, reflejos de la fidelidad y la fecundidad de Jesucristo”. 


l.- ¿POR QUÉ SER FIELES? 

La FIDELIDAD es la capacidad de hacer durar el amor, de seguir amando a pesar de las dificultades. Es algo que realmente cuesta, que exige luchar. Una lucha continua y permanente que se ve agravada por la mentalidad ‘ANTI-FIDELIDAD’ de nuestros tiempos y que en este mundo consumista nos rodea. 

Los ESPOSOS CRISTIANOS tenemos muchos y muy importantes motivos y motivaciones para creer en la FIDELIDAD y para luchar por ella. Nuestro propio corazón, nos dice que ‘un amor que carece de fidelidad es una simple mentira’. La infidelidad rompe el cristal de la confianza. Un cristal que debe ser transparente y cristalino, de esta manera se entorpece y entorpecerá la visión de la familia que nace de esa unión. 

El sano crecimiento de los hijos y de una sociedad ideal suponen como forma imperativa la ESTABILIDAD de los hogares. La importancia de todos estos valores que permanentemente están en juego y que, por su interrelación, comprometen a muchas personas más allá de la pareja, es lo que nos ha llevado a nosotros, los cristianos, nos opongamos decididamente al DIVORCIO. Similares motivos tenía DIOS para haber querido ‘desde el principio’ (Mateo 19,4) , aún antes de la venida de Cristo, que TODO MATRIMONIO SEA INDISOLUBLE. . Cuando los fariseos le preguntaron sobre el divorcio... 

“Jesús les contestó: 

-¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, ‘hombre y mujer los creó?. Y dijo: ‘Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, de modo que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido." 

2.- LA FIDELIDAD CRISTIANA, UNA VIRTUD ACTIVA. 

Hay quienes piensan que ser fiel es ser pasivo y resignado. Que es, simplemente: ‘saber aguantar’; pero la fidelidad que nos enseñó Jesús es, por el contrario, una VIRTUD VIGOROSA Y ACTIVA. Supone conservar el propio amor, joven y fuerte, para ser capaces de mantener al otro en la conquista, de un ‘DE NUEVO’ para siempre. 

La fidelidad, supone tener paciencia y comprensión. Debe saber infundir al otro confianza en la ayuda del Señor: ¡SABER PERDONAR! 

El perdonar no es signo de debilidad. Por el contrario, significa que nuestro amor es tan fuerte como el de DIOS. Porque amar a quien lo ha ofendido significa el máximo de la generosidad. 

El perdonar, es también condición para poder rezar el “PADRE NUESTRO”.

Perdonar, es decidir seguir amando a pesar de la ofensa. El ‘perdón’ es el gran camino para reconquistar el amor del otro, porque compromete su gratitud. Cristo siguió ese camino, el Dios fiel que murió perdonándonos. 

3.- AMOR Y FECUNDIDAD EN LOS ESPOSOS. 

Amar es darse al otro. Es entregarle la riqueza propia para hacer su vida más plena y fecunda. Así, como lo hizo Cristo-Jesús por su Iglesia, por nosotros. 

Mientras más generoso y fiel se es, mayor riqueza y fecundidad produce el amor. Tenemos la fecundidad espiritual: una nueva fuerza de vida que cada uno ha despertado en el corazón del otro, ayudándolo a crecer, a conquistar valores nuevos, a hacerse más persona y mejor cristiano. 

La consecuencia y expresión más hermosa de esta fecundidad espiritual es la FECUNDIDAD FISICA,, representada por los hijos. Porque los esposos no pueden regalarse don más noble que el hacerse, el uno al otro, PADRE y MADRE. 

PREGUNTAS para reflexionar:

1) ¿En qué noto la MENTALIDAD ANTIFIDELIDAD de nuestro tiempo? 

2) ¿Qué motivos tengo yo para ser fiel? 

3) ¿Qué es lo que me impacta de la fidelidad de Cristo? 

4) De todo lo que la Fidelidad exige hacer al otro ¿qué me cuesta más? 

5) ¿Cómo anda mi capacidad de perdón? 

6) ¿He experimentado alguna vez que el recibir perdón compromete?

7) ¿Cuáles son las cosas en que mi cónyuge me ha enriquecido espiritualmente? 
 
 Fuente:

Pastoral Familiar, Coordinación Vicaría Zona Oriente . Chile

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